Una Despedida

  Le lloro a usted, Luna. 
  Que del mismo modo que agita las mareas también agita mis lágrimas.
  Y siempre allí arriba, tan tranquila. Y yo deseando alcanzarla…
  Le grito y le pido esperanzas como uno más.
  Usted reluce pero permanece quieta, como si otra cosa la mantuviese demasiado ocupada.

  Y yo la observo con los ojos ahogados en lágrimas.
  ¿Donde está el otro Ojo del Cielo que no lo encuentro?
  ¡Ah! Ya... Sólo sale cuando usted, Luna, desvanece con el tiempo,,.
  Y ahora, cuando por fin me doy cuenta que usted no posee vida, que no tiene oídos con los que escucharme, que tan sólo le estoy hablando a una luz que resplandece por encima de todo edificio, me doy cuenta, entonces, que estoy completamente solo...

  No importa lo que yo piense ni lo que yo haga porque lo único que puede cambiar en mi mundo es sólo a un planeta…, todos vivimos y morimos en él…; nadie resiste a ese ciclo, y todos hacemos lo mismo para avanzar a una tierra que se despide poco a poco de nosotros.


  Y no logro entender porque usted, Vida, me ha otorgado poder sentir, poder llorar y reír, si no deseo darle uso.
  ¡Oh, Dios! Me siento tan innecesario para la vida que aun divisando un camino es como si ya conociera su final y... ¿de que ha servido?: Tal vez para cubrir mis expectativas... pero si la vida sólo trata de eso..., mi expectativa es no continuar aquí, perdiendo el incierto tiempo. 
  Dios, pocas personas entenderán esto porque nadie puede aceptar que alguien quiera dejar de existir; tachan por ello de débil, de loco, psicópata, depresivo y suicida, pero de veras te digo que entiendo perfectamente cada definición y no se trata de perder la serenidad ni el juicio sino de no hallar una finalidad para la vida... Ni siquiera después de años llevaderos la percibiré. 
  Compartir cosas con una persona a la que amas es bonito, ¿se trata de eso? ¿del amor?... Creo que sería un buen motivo... Pero he ahí si se desea luchar por amor o sucumbir para siempre a la despedida.




Un saludo
  Eneko